El cálido verano es quien me abate
y pierdo todo cuanto había ganado.
Mi mente en huracán descontrolado
desgrana su derrota en el combate,
que va de uno a otro disparate,
confuso, deslucido y abrumado
bajo un sol de candela, y deslumbrado,
aborto un verso indigno. Jake Mate
me da la rosa que se yergue, bella,
en este meridiano del estío
escapando fugaz cual golondrina...
Y yo, desde la suerte de mi estrella,
amaino el temporal del desvarío
mientras fumo apoyado en una esquina.
Rafael a 27 de julio de 2007
martes, 9 de septiembre de 2008
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