Soneto IV
Mira la rosa pura en primavera
cubierta del rocío mañanero,
y ese sol deslumbrante y retrechero
que baña y engalana la ribera.
Mira ese trigo verde y la manera
con que el viento lo mece placentero.
El ritmo en la natura es tan certero
que hace justa diana; el que quisiera
el más hábil arquero de la corte
para hacer con sus flechas cabriolas
de versos, con su pluma, y el soporte
blanco y rojo de excelsas amapolas.
y obtendrás el visado o pasaporte
para un mundo de versos en corolas
Rafael Zambrano Vargas, 2008
lunes, 4 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario