Soneto III
Eres una pequeña comedianta, *
dulce, gentil y bella princesita.
Te encanta figurar que tienes cuita
y la desatención luego te espanta.
Eres como ese río que me encanta,
el Guadiana llamado, por más cita,
que se esconde primero y luego grita
con sus aguas y espumas que levanta
una ilusión perdida en el amigo
que esperaba tus versos encantado.
Te marchas como un rayo de improviso,
-a Dios pongo si quieres por testigo-
y a algún que otro infeliz enamorado,
sin dejarnos siquiera ni un aviso.
En este tan conciso
soneto con adorno de estrambote,
te pido no te des de nuevo el bote.
Rafael Zambrano Vargas
a 9 de mayo de 2008
lunes, 4 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario